El Evangelio apresado

17 Jul, 2015 | En el mundo - Secularidad

EL EVANGELIO APRESADO

Cuando escuchamos la palabra evangelización o misión, nos viene en seguida a la mente, la imagen de países en vías de desarrollo o situaciones de pobreza muy evidentes. Sin embargo, la misión no tiene una única vía, ni se puede traducir con la simpática imagen del misionero que llega a tierras donde las personas están necesitadas.

La evangelización es una llamada que el Señor hace en primera persona para llevar la Buena Noticia allí donde más se necesita. El Papa Francisco en su exhortación Evagelii Gaudium “La comunidad evangelizadora experimenta que el Señor tomó la iniciativa, la ha primereado en el amor (cf. 1 Jn 4,10); y, por eso, ella sabe adelantarse, tomar la iniciativa sin miedo, salir al encuentro, buscar a los lejanos y llegar a los cruces de los caminos para invitar a los excluidos (n.24)” El Papa abre todas las fronteras y nos invita a llegar a todas las periferias de este mundo para que no haya nadie que se quede sin saber de Jesucristo y tenga la oportunidad de convertir su vida a él.

La opción preferencial por los pobres, no fue una casualidad en la Vida de Jesucristo. El fue modelo de toda pobreza desde el pesebre hasta la cruz. Y en esta última etapa de su vida, fue acusado, azotado, encarcelado, injuriado, maltratado, marginado y ajusticiado. Este rostro de Cristo sufriente, encuentra su realidad en los Centro Penitenciarios. Lugares donde se experimenta la soledad, la tristeza, el dolor, la marginación, la exclusión y la pobreza.

Estos sentimientos y emociones, no justifican que no haya razones para que estas personas estén allí. Sus errores, delitos, acciones y comportamientos son condenables, y merecen unas consecuencias. Sin embargo, no podemos dejar de mirarlos como seres humanos. Personas a las que la cárcel también les ha ayudado a convertir su vida.

Mi experiencia no es muy amplia, porque llevo solo unos meses trabajando en la Pastoral Penitenciaria, pero no puedo dejar de afirmar que es gratificante y sorprendente. Comparto con los internos, sobre todo tiempo y escucha. La cercanía es fundamental porque es la llave que da paso a que se abra la puerta de unas vidas doloridas, arrepentidas y transformadas.
Algunas personas me han confesado que estar entre rejas, le ha ayudado a salvar su matrimonio, a dejar la droga, a encontrarse con el Señor, a descubrir que su vida tiene un nuevo horizonte.

La Semana Santa 2014, ha sido todo un regalo para mi fe y mi vocación consagrada. Jamás había vivido un triduo pascual, un jueves santo, un viacrucis de viernes santo o una eucaristía de Domingo de Resurrección, con tal intensidad emocional. Y no fue solo una experiencia personal, sino una vivencia comunitaria. Una saeta, una poesía, una expresión espontánea, se vive con una hondura de fe sin comparaciones. Se respira una espiritualidad pura, sencilla, auténtica.

El 28 de junio se confirmaron 23 internos/as. Fue un día extraordinario. La celebración la presidió en el Arzobispo, D. Javier. La experiencia de algunos internos caló muy hondo. Las lágrimas de emoción corrieron y algunos escribieron su experiencia:

“En prisión todos los sentimientos se magnifican, las emociones alcanzan una magnitud insospechada para cualquier persona que desconozca la realidad carcelaria. Por esta razón la ceremonia de Confirmación supuso un estremecimiento de las almas y los corazones de los confirmandos, sentimiento compartido por sus padrinos y compañeros, testigos de nuestra profesión de fe”. Alfredo

“El día de la confirmación, cuando el Señor Obispo, me ungió, sentí paz y seguridad. Y desde entonces, veo las cosas de otra manera. Busco al Señor en cualquier cosa, momento y situación. Y mi vida ha cobrado sentido”. Victoria

Son palabras de dos confirmandos, que continúan, semana tras semana participando en las actividades que desde la Pastoral Penitenciaria se proponen. El evangelio se vive entre rejas y se expande a pesar de puertas de seguridad y barrotes.

El Señor no conoce más que corazones dispuestos a dejarse llenar de su misericordia, su perdón y su Vida. Espera que aceptemos de verdad entrar en contacto con la existencia concreta de quienes sufren la falta de libertad para poder conocer y encontrar la fuerza de su ternura.

Mª Victoria Romero Hidalgo
Capellanía de Pastoral Penitenciaria
Arzobispado de Granada (28 de julio de 2014)

Colaboración para la revista «La voz del mako«, publicación periódica que realizan internos de la prisión de Albolote (Granada)

Noticias relacionadas