Si quieres, acude a tu corazón

5 Feb, 2020 | Cultura vocacional

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Christus Vivit 287
«Para discernir la propia vocación, hay que reconocer que esa vocación es el llamado de un amigo: Jesús. A los amigos, si se les regala algo, se les regala lo mejor. Y eso mejor no necesariamente es lo más caro o difícil de conseguir, sino lo que uno sabe que al otro lo alegrará. Un amigo perci­be esto con tanta claridad que puede visualizar en su imaginación la sonrisa de su amigo cuando abra su regalo. Este discernimiento de amistad es el que propongo a los jóvenes como modelo si buscan encontrar cuál es la voluntad de Dios para sus vidas»

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