Ser testigos de lo que Él hace y dice. Testigos de lo mucho que ha cambiado en nuestro corazón. Testigos de su presencia transformadora.
Testigos de lo mucho que nos da. Testigos de aquello que verdaderamente puede hacer que el mundo cambie. Testigos del amor incondicional que nos tiene. Esa es la fuerza de nuestra autoridad en el anuncio, Él se ha acercado a nuestra vida, nos ha cambiado, nos ha hecho suyos, nos ama…
Salgamos a anunciarlo, salgamos a proclamar su presencia, seamos testigos de sus señales en medio del mundo-