«El que pretenda guardarse su vida, la perderá».
Hay un factor sorpresa en el encuentro, no se puede planificar ni mucho ni nada. Llega el momento y Él aparece. Estás sentado y te levanta. Durmiendo y te despierta. Escuchando y te llama… Recoger y recoger, guardar y guardar, acumular y acumular no sirve de mucho. La clave es la vida. Vive despierto, vide dando, vive compartiendo, vive amando, vive con generosidad, vive respetando, vive entregado… No guardes nada para cuando suceda, puede suceder ahora y lo que Él quiere no son tus cosas, es a ti para abrazarte y susurrarte al oído: ‘te quiero