Lo más importante de la Cuaresma es… la Pascua.
La Pascua que inauguró Jesús hace dos mil años está en marcha todavía.
Es Pascua creciente.
A la Pascua de Cristo le falta que sea también Pascua nuestra:
que nos configuremos a él en su camino pascual,
con todas las consecuencia.
José Aldazábal
¡Feliz camino hacia la Pascua!