Odres nuevos

5 Jul, 2020 | Oración y reflexión

Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos; porque revientan los odres: se derrama el vino y los odres se estropean; el vino nuevo se echa en odres nuevos, y así las dos cosas se conservan.
(Mt 9)
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Hay que nacer de nuevo
Nací una vez,
a la luz, a la vida,
al ruido, a los olores, al calor y al frío,
a los abrazos,
al hambre,
a los sabores,
a la saciedad,
al gusto,
a la música,
a la ternura,
a los encuentros.
Después,
pequeñas muertes fueron matando sueños, anhelos, inocencia
y pasión.
Si tú tiras de mí,
naceré de nuevo,
al reino y al evangelio, al amor y la esperanza, a la voz de los profetas, a una misión.
Cada vez que muera, volveré a nacer.
La verdad
se irá curtiendo
en mil duelos. El espíritu
irá renovando mi yo gastado. El agua viva lavará
cada herida vieja.
Hasta esa última muerte que será antesala
de un último nacimiento, a la Luz, a la Vida,
y al Amor.
Y esta vez para siempre.
(José María Rodríguez Olaizola, sj)

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