Cura en sábado y le acusan. ‘¿Qué está permitido…?’ les pregunta. El hombre es lo primero y la relación con él es de curar, de hacer fácil, de devolver dignidad, de hacer que viva desde lo que es propio de su dignidad. Nada hay más grande que la vida del hombre. Fuera parálisis, fuera ataduras, fuera pequeñas muertes, fuera aquello que nos paraliza…
Él no soporta el sufrimiento del hombre, el dolor, la enfermedad…Cura, da igual que sea sábado o domingo, sea samaritano no galileo, judío o griego… El hombre es hombre, hijo de Dios, lleno de dignidad, la que Dios le dio. ¿Nos hemos convertido en indiferentes?