Virginidad Consagrada (28)
También el agua, cuando es pura, nos invita a evocar esta especial vocación, presente como signo, sobre todo, en el Sacramento del Bautismo.
Agradecidos a la hermana agua, como la llamaba San Francisco de Asís.
Agradecidos porque de ella floreció la vida, según la ciencia y biología.
Agradecidos por su presencia masiva en nuestro planeta y en nuestro cuerpo.
Agradecidos por su presencia generosa en los montes cuando se desborda en cascadas.
Imagen perfecta de gratuidad.
Imagen que deseamos siempre que sea reflejo de la fecundad de la virginidad consagrada.