Adviento 2014

30 Nov, 2014 | Adviento - Navidad

ADVIENTO TIEMPO DE SILENCIO
Video producido por Spirit Juice Studios (2008).
Adviento viene del latín adventus, que se traduce como presencia ó venida, pero venida de una persona para acogerla y compartir con ella. Aunque lo que se vive en todo el mundo a fin de año, son periodos de cierre, examenes finales, actividad a full y frenetismo la Iglesia Católica propone exactamente lo opuesto, se inicia el año litúrgico, un periodo de preparación, de silencio y reverencia con motivo del nacimiento de un niño que quiere nacer en nuestro corazón para salvarnos, purificarnos y darnos vida, para que la tengamos en abundancia.

RECURSOS ADVIENTO-NAVIDAD I

RECURSOS PUBLICADOS EN AÑOS ANTERIORES AQUI

ADVIENTO

ADVENTHLON (AVIENTO 2014)

Propuesta adviento PJ

PREPARANDO EL CAMINO

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Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso. No hay razón para que alguien piense que esta invitación no es para él, porque «nadie queda excluido de la alegría reportada por el Señor».
Papa Francisco, Evangelii Gaudium

PEREGRINOS/AS EN ADVIENTO

Virtudes del peregrino/a

El peregrino arriesga por la esperanza de alcanzar la meta deseada.
El peregrino aprende a vivir el momento presente, sin dejar lugar a hipótesis negativas
El peregrino descubre la posibilidad de vivir lo esencial.

El peregrino es agradecido a todos los gestos que recibe de hospitalidad.
El peregrino es providente y sabe leer todo desde la certeza de no caminar solo.
El peregrino vive de manera trascendente y camina guiado por la fe.

El peregrino es humilde y no impone su presencia ni su forma de pensar.
El peregrino sabe vivir en la escasez y en circunstancias favorables.
El peregrino es solidario con los necesitados que se encuentra en el camino.

El peregrino es paciente y recibe cada acontecimiento con paz interior.
El peregrino es alegre, porque agradece todo lo que le sucede.
El peregrino es sensible y percibe la belleza y la armonía de cuanto le rodea.

El peregrino es abierto y sabe valorar las diferentes culturas y formas de vivir.
El peregrino es embajador de paz y de convivencia.
El peregrino es se sabe habitado, razón por la que no se siente nunca solo.

El peregrino acude a la relación teologal y sabe tratar con Dios.
El peregrino conoce el silencio, lo momentos de riesgo y de inseguridad y siempre sabe mantener la calma y la confianza.
El peregrino deja a su paso la estela de la bondad y del bien.

El peregrino es difusor de la riqueza personal.
El peregrino es testigo de la nueva tierra y de la patria.
El peregrino alcanza la sabiduría de salir de sí mismo y de toda endogamia.

1º DOMINGO ADVIENTO B

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¡Andaos con cuidado, ahuyentad el sueño, que no sabéis cuándo va a ser el momento! Es como un hombre que se marchó de su país: dejó su casa, dio a los siervos su autoridad -a cada uno su tarea- y en especial al portero le mandó mantenerse despierto. Por tanto, manteneos despiertos, que no sabéis cuándo va a llegar el señor de la casa -si al oscurecer o a media noche o al canto del gallo o de mañana-, no sea que, al llegar de improviso, os encuentre dormidos. Y lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: manteneos despiertos.

Para los siguientes domingos ver aqui RELOJ DE ADVIENTO

UNA IGLESIA DESPIERTA

Las primeras generaciones cristianas vivieron obsesionadas por la pronta venida de Jesús. El resucitado no podía tardar. Vivían tan atraídos por él que querían encontrarse de nuevo cuanto antes. Los problemas empezaron cuando vieron que el tiempo pasaba y la venida del Señor se demoraba.
Pronto se dieron cuenta de que esta tardanza encerraba un peligro mortal. Se podía apagar el primer ardor. Con el tiempo, aquellas pequeñas comunidades podían caer poco a poco en la indiferencia y el olvido. Les preocupaba una cosa: «Que, al llegar Cristo, nos encuentre dormidos».
La vigilancia se convirtió en la palabra clave. Los evangelios la repiten constantemente: «vigilad», «estad alerta», «vivid despiertos». Según Marcos, la orden de Jesús no es solo para los discípulos que le están escuchando. «Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: Velad». No es una llamada más. La orden es para todos sus seguidores de todos los tiempos.
Han pasado veinte siglos de cristianismo. ¿Qué ha sido de esta orden de Jesús? ¿Cómo vivimos los cristianos de hoy? ¿Seguimos despiertos? ¿Se mantiene viva nuestra fe o se ha ido apagando en la indiferencia y la mediocridad?
¿No vemos que la Iglesianecesita un corazón nuevo? ¿No sentimos la necesidad de sacudirnos la apatía y el autoengaño? ¿No vamos a despertar lo mejor que hay en la Iglesia? ¿No vamos a reavivar esa fe humilde y limpia de tantos creyentes sencillos?
¿No hemos de recuperar el rostro vivo de Jesús, que atrae, llama, interpela y despierta? ¿Cómo podemos seguir hablando, escribiendo y discutiendo tanto de Cristo, sin que su persona nos enamore y trasforme un poco más? ¿No nos damos cuenta de que una Iglesia «dormida» a la que Jesucristo no seduce ni toca el corazón, es una Iglesia sin futuro, que se irá apagando y envejeciendo por falta de vida?
¿No sentimos la necesidad de despertar e intensificar nuestra relación con él? ¿Quién como él puede liberar nuestro cristianismo de la inmovilidad, de la inercia, del peso del pasado, de la falta de creatividad? ¿Quién podrá contagiarnos su alegría? ¿Quién nos dará su fuerza creadora y su vitalidad?

José Antonio Pagola

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