EXPERIENCIA DESDE LA VIVENCIA AFECTIVA Y EFECTIVA DE UN ENCUENTRO
Convivencia sacerdotal
Organizada, en Griñón, por el Instituto secular Alianza en Jesús por María
Gracias.
Con cierta frecuencia, todos pronunciamos esta palabra: gracias. En algunos casos, por cortesía o educación; en otros momentos, llevados casi por la rutina. Pero, hay veces en la vida en esta palabra y su contenido más hondo y sincero nos salen del alma. Hay veces que necesitamos decir, y decirlo en voz muy alta, “gracias, muchas gracias”.
En la Iglesia existen muchas realidades y personas por las que tenemos que estar muy agradecidos: agradecidos a Dios, siempre y en última instancia, y agradecidos también a ciertas personas por lo que son y trabajan en la Iglesia. Damos esto por supuesto.
En este caso y en estas pocas líneas, el “gracias”, que sale del alma y sale lleno de fuerza y de sentido, se dirige al Señor por uno de los dones o carismas suscitados en su Iglesia por el Espíritu Santo: por el carisma que representa el Instituto Secular Alianza en Jesús por María.
En el “haber” y en el caminar de este Instituto eclesial, fundado por el sacerdote vasco D. Antonio Amundarain, está el amor afectivo y efectivo por los sacerdotes. Sus miembros, mujeres consagradas en secularidad, las “aliadas”, son auténticas “madres sacerdotales”.
Os cuento la última y por lo que viene este pequeño “magníficat”, este pequeño canto de agradecimeinto. La semana pasada, semana de gloria y pascua, organizaron su convivencia sacerdotal que repiten periódicamente –normalmente, cada dos años-. Nos encontramos, en su casa de Griñón, sacerdotes de diferentes diócesis de España: jóvenes y mayores, conocidos y desconocidos. Tres días para gozar y rezar, para compartir y saborear los aromas de este Instituto Secular. Los aromas de un carisma que habla desde la sencillez y la humildad, desde la pureza de corazón y costumbres y desde una generosidad sin límites cuando se trata de poner alma, corazón y brazos al servicio de la Iglesia.
¡Cuántas cosas así en la Iglesia! ¡Cuántas personas así en la Iglesia! Realidades y personas que, callada y humildemente, embellecen el rostro de la Iglesia. De eso saben mucho quienes viven en el Instituto Alianza en Jesús por María; de eso saben mucho estas mujeres consagradas que, viviendo en llano de la vida, como les pedía su fundador, son capaces de hacer tanto bien y a tantas personas.
Quienes hemos participado en la última convivencia sacerdotal vivida en Griñón somos testigos de este buen hacer eclesial de las aliadas. Por eso, en este caso, la palabra “gracias” va más mucho más allá de la rutina o la cortesía. La palabra sale del alma y quisiera recrear y bendecir, al mismo tiempo, sus almas; las almas de quienes han estado delante y también detrás, las más visibles y también las invisibles.
Gracias. Pedro Moreno
ALGUNOS MOMENTOS EN IMAGEN
Visita a Avila
Celebración de la Eucaristía el martes 2
Visita a la Cripta donde reposan los restos de D. Antonio Amundarain
3 de abril
Charla de la Directora General a los sacerdotes
Mesa redonda con testimonios