Hay que implicarse en la historia, en lo que pasa en la plaza. Nada de indiferencia o esconderse con lo que pasa en este mundo. Salir a la plaza a llorar con los que lloran y a bailar con los que bailan. La fe no es de despachos, sacristías o templos cerrados… El seguimiento de Jesucristo necesita plaza, defensa de derechos, manifestación, explosión de felicidad con los otros, fiesta compartida, llanto desde las entrañas con los que sufren… El mundo es donde descubrir y reconocer las señales.
Tiempos de solidaridad III
"La persona enferma siempre es mucho más que el protocolo" Papa Francisco...