Creo que todos coincidimos, el amor. Es lo que da plenitud a la ley, lo que la llena de contenido y sentido.
Amar es todo, es libertad vivida y respetada, es considerar al otro por delante de ti, es mirarle con ternura, es dejarle sitio y que pase delante, es llevarle de la mano si se pierde, es esperar y perdonar siempre, es considerar su corazón como ‘tierra sagrada’… llevar la ley a este extremo hace ‘que se cumpla hasta el último tilde la ley’ ya que la persona, el otro al que tengo que amar, es lo primero.
Él lo vivió hasta el extremo, sin poner límites a su entrega.