La alegría era otra cosa

23 Dic, 2015 | Para ayudar a crecer. Varios

José María Rodríguez Olaizola, sj
Miembro del Consejo de Redacción de Sal Terrae. Sociólogo. Trabaja en la oficina «sjdigital». Valladolid. .

Cada vez hay más personas que no soportan la Navidad. Así como suena. Gente que, por distintos motivos, cuando se acercan unas fechas que parecen asociadas a celebración, encuentro, fiesta y júbilo, experimentan una desazón profunda. No encuentran motivos para la alegría. Se sien- ten fuera de lugar o desencajados en ese clima de euforia que parece instalarse en el ambiente, en los medios y en las calles. En muchos casos, lo que más desean es que pase pronto. Personas que lloran la ausencia de un ser querido, quizás una muerte siempre prematura, a veces incomprensible. Hombres o mujeres que tienen que lidiar con situaciones de fracaso o de angustia. Presos en las cárceles, que piensan en sus familias lejanas. Padres de familia que viven con impotencia el vértigo de tener que estirar presupuestos ya estrechos para hacer frente a una exigencia consumista desmesurada, sin querer defraudar a sus críos. Personas que se sienten solas, en unas fechas que parecen asociadas a los encuentros, abrazos y afectos…

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