¡Habemus Papam!


Biografía del Papa León XIV
El PAPA León XIV (Estados Unidos, 1955), nació en Chicago. El 30 de enero de 2023, el PAPA Francisco lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. Fue creado y proclamado Cardenal por el Papa Francisco el 30 de septiembre de 2023. El 8 de mayo de 2025 ha sido elegido el Romano Pontífice número 267.
El PAPA León XIV, Cardenal Robert Francis Prevost, O.S.A., Prefecto del Dicasterio para los Obispos y Arzobispo-Obispo emérito de Chiclayo, nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago (Illinois, Estados Unidos).
En 1977 ingresó en el noviciado de la Orden de San Agustín (O.S.A.), en la provincia de Nuestra Señora del Buen Consejo, en Saint Louis. El 29 de agosto de 1981 hizo sus votos solemnes. Estudió en la Catholic Theological Union de Chicago, donde obtuvo un diploma en teología.
Con 27 años fue enviado por la Orden a Roma para estudiar derecho canónico en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino (Angelicum). Fue ordenado sacerdote el 19 de junio de 1982. Obtuvo la licenciatura en 1984 y luego fue enviado a trabajar en la misión de Chulucanas, en Piura, Perú (1985-1986).
En 1987 obtuvo el doctorado con la tesis: “El rol del prior local en la Orden de San Agustín”. Ese mismo año fue elegido director de vocaciones y director de misiones de la provincia agustiniana “Mother of Good Counsel” en Olympia Fields, Illinois, Estados Unidos.
En 1988 fue enviado a la misión de Trujillo como director del proyecto conjunto de formación de aspirantes agustinos en los vicariatos de Chulucanas, Iquitos y Apurímac. Allí desempeñó los cargos de prior de comunidad (1988-1992), director de formación (1988-1998) y formador de profesos (1992-1998). En la arquidiócesis de Trujillo fue vicario judicial (1989-1998) y profesor de derecho canónico, patrístico y moral en el Seminario Mayor “San Carlos y San Marcelo”.
En 1999 fue elegido prior provincial de la provincia “Mother of Good Counsel” en Chicago. Dos años y medio después, el Capítulo General Ordinario lo eligió prior general, cargo que le fue confiado nuevamente en el Capítulo General Ordinario de 2007.
En octubre de 2013 regresó a su provincia (Chicago) como formador de profesos y vicario provincial, cargos que ocupó hasta el 3 de noviembre de 2014, cuando el Papa Francisco lo nombró administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo, Perú, elevándolo a la dignidad episcopal y asignándole la sede titular de Sufar.
El 7 de noviembre tomó posesión canónica de la diócesis en presencia del nuncio apostólico James Patrick Green; fue ordenado obispo el 12 de diciembre, fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, en la catedral de su diócesis. El lema episcopal de León XIV fue “In Illo uno unum” (“En aquel uno, somos uno”), tomado de san Agustín.
Fue obispo de Chiclayo desde el 26 de noviembre de 2015. En marzo de 2018 fue elegido segundo vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana. El Papa Francisco lo nombró miembro de la Congregación para el Clero en 2019 y miembro de la Congregación para los Obispos en 2020.
El 15 de abril de 2020, el Papa lo nombró administrador apostólico de la diócesis del Callao.
El 30 de enero de 2023, el Papa Francisco lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina.
Fue creado y proclamado Cardenal por el Papa Francisco en el Consistorio del 30 de septiembre de 2023, con la Diaconía de Santa Mónica.
Ha sido miembro de los Dicasterios para: la Evangelización (Sección para la primera evangelización y las nuevas Iglesias particulares), la Doctrina de la Fe, las Iglesias Orientales, el Clero, los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, la Cultura y la Educación, los Textos Legislativos; la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano.
El PAPA León XIV es el Romano Pontífice número 267 de la Iglesia católica.
ESCUDO DE LEON XIV NUEVO PAPA DE LA IGLESIA CATÓLICA
El escudo de armas del PAPA León XIV consiste en un escudo dividido en dos sectores, cada uno con un profundo mensaje.
En el lado izquierdo, contra un fondo azul, acampa un lirio blanco estilizado, un símbolo tradicional de pureza e inocencia. Esta flor, frecuentemente asociada con la Virgen María, recuerda inmediatamente la dimensión mariana de la espiritualidad del PAPA. Esto no es un recordatorio puramente devocional, sino una indicación precisa de la centralidad que María ocupa en el camino de la Iglesia: un modelo de escucha, humildad y un regalo total de Dios.
En el lado derecho del escudo, sobre un campo blanco, se representa el Sagrado Corazón de Jesús, atravesado por una flecha y adaptado a un libro cerrado. Esta imagen, intensa y cargada de significados, nos recuerda el misterio del sacrificio redentor de Cristo, un corazón atravesado por el amor de la humanidad, pero también a la Palabra de Dios, representada por el libro cerrado. Ese libro sin abrir sugiere que la verdad divina a veces es velada, para ser recibida con fe incluso cuando no se revela completamente. Es una invitación a la confianza y al abandono, a la perseverancia en la búsqueda del significado más profundo de las Escrituras, incluso en momentos de oscuridad.
El lema elegido por el PAPA Leone XIV, «In Illo uno unum» – tomado de un comentario de San Agustín al Salmo 127 – resume el corazón de su mensaje: «En Aquel que es Uno, somos uno. En estas palabras, se refleja un ideal de una Iglesia unida, a pesar de las diferencias y tensiones que inevitablemente pasan por ella. Es una expresión de comunión fundada no en la uniformidad, sino en el encuentro en el amor de Cristo, que hace posible la hermandad y la reconciliación incluso en los contextos más complejos. No por casualidad, en su saludo a la Iglesia y al mundo, el Papa León XIV habló de esto: de una Iglesia puente, llamada a vencer divisiones, a dar espacio para la reunión, escuchar y misericordia.
En última instancia, a través de su escudo de armas y lema, el nuevo Pontífice propone una visión de un misionero, la Iglesia Mariana profundamente arraigada en el amor de Cristo. Una iglesia dispuesta a sufrir y comprometerse completamente al servicio del pueblo de Dios, con la conciencia de que sólo en unidad con el Señor puede encontrar armonía toda diversidad.