¿Qué significa “ser pescadores de hombres”? No es secreto ni nada nuevo que algunos de los discípulos de Jesús eran pescadores, trabajo con el que mantenían a sus familias. Ellos estaban acostumbrados a ir al mar, echar la red y esperar para poder sacar pescados y venderlos. También sabían que no podían tener una pesca exitosa si sus redes no tenían las condiciones adecuadas. Estas debían estar limpias, remendadas y en buen estado, y, aunque el pescador fuera el más hábil, sus esfuerzos serían inútiles si las redes no cumplían con estas condiciones.
Un buen día, Jesús les dijo: “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres” (Mateo 4:19). Me imagino las caras de aquellos hombres al pensar: ¿Cómo vamos a tirar redes para atrapar a otros hombres? A lo que Jesús se refería con ser “pescadores de hombres” era a pescar almas para Dios.
La Real Academia Española define la palabra “pescar” como: “Sacar algo del fondo del mar o de un río”. Aquí, lo que Jesús quería darles a entender al indicarles que serían pescadores de hombres era que ellos iban a sacar las almas del mar del pecado y muerte. Jesucristo quería usarlos a ellos para expandir el reino, que ellos fueran y ganaran almas para salvarlas de la muerte eterna.
Lo interesante aquí es la manera en que los discípulos reaccionaron, dice en el versículo 20: “Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron”. En Lucas 5:11 indica: “Dejándolo todo, le siguieron”. Ellos estuvieron dispuestos a dejar todo lo que estaban haciendo, a dejar todo lo que tenían para seguir a Cristo. ¡Wow! Esa es la actitud que todos deberíamos tener, dejar todo por Cristo. Dejar nuestro estilo de vida y las comodidades a las que estamos acostumbrados para seguirle y alcanzar más vidas, así como nosotros fuimos alcanzados y hechos salvos.
Y tú, ¿estarías dispuesto a dejarlo todo y ser un pescador de hombres?