««Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero…»
Cada vez que me encuentro con este texto del profeta Isaías hay algo que me sacude por dentro, porque me siento muy identificado con él.
Mi vocación se sostiene hoy porque me siento elegido y preferido. No por ser mejor que otros, de ninguna manera, sino por capricho de Dios»
A. Fernández Barrajón