Se ha celebrado por la tarde del lunes 12 de diciembre. Lo ha dirigido la aliada de este Centro Carmen Casado, perteneciente al grupo de Almería. Desde su vivencia de bastantes años en Ecuador y Bolivia, ha diseñado unas ideas sencillas que han calado en las oyentes, colaboradoras de la Alianza en este pueblo, que quedaron muy satisfechas, interviniendo con preguntas y aportaciones valiosas.

Desde el comienzo fue creando ambiente, valorando la actitud dialogante, amistosa y fraternal, dimensión humana que iba descubriendo conforme iban llegando, que es lo característico de ser “pueblo” que vive la misma fe. Iluminó la exposición (nunca mejor dicho) con la historia de las 4 velas que simbolizaban la Paz, la Fe, el Amor y la Esperanza. Fue comentando la tendencia a apagarse de las 3 primeras, subrayando asimismo el valor de la ESPERANZA, capaz de encender lo que estaba apagado, falto de vida. Así analizó nuestro mundo de hoy…

Definió el Adviento como un ACONTECIMIENTO en la historia de lo que tan largamente esperaban los pobres, los anawin, únicos destinatarios en recibir al Esperado de las naciones. Los demás no poseían la cualidad de la esperanza. Nos animó a vivir esta actitud, pero no de forma pasiva, sino activa, con el mismo amor que hacemos cuando se nos anuncia una venida inmediata de alguien, familiar o amigo, a quien queremos y deseamos, cómo cuidamos lo que le agrada, lo que le gusta y nos esmeramos en la preparación. Jesús, con su venida en la historia, cumplió las expectativas de los que le esperaban con sinceridad. Y hoy quiere también regalarnos lo mejor de sí, que es Él mismo.

Describió las 3 dimensiones de la persona vividas en el pasado, presente y futuro. También diferenció estas tres palabras: Pobreza, austeridad y miseria, llegando a la certeza de que Dios no nos quiere miserables, pero sí coherentes en el uso de lo que tenemos, de lo que no necesitamos, de lo que debemos y podemos compartir y del peligro del derroche y el consumo de estos días.

Terminó la tarde con la exposición del Santísimo en el mismo salón de la charla, lo adoramos y fue múltiple, profundo y expresado por todas el agradecimiento por la oportunidad de tener esta preparación a la venida del Señor.