Hoy celebramos al que fue llamado el santo de la dulzura; una virtud tan necesaria siempre, y más aún en el campo de los MCS, que necesita siempre de un «freno» para no llegar a la violencia verbal, y suavizar todo diálogo en favor de la construcción de un mundo más humano.
“No nos enojemos en el camino unos contra otros; caminemos con nuestros hermanos y compañeros con dulzura, paz y amor; y te lo digo con toda claridad y sin excepción alguna: no te enojes jamás, si es posible; por ningún pretexto des en tu corazón entrada al enojo”
(San Francisco de Sales)