Templo del Espíritu

19 Feb, 2017 | Ecoimagen

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La novedad de Jesús no es de imagen, es de raíz, es profunda. El Señor propone generosidad, entrega y gratuidad en la vida. Cuidar, perdonar, dar, acompañar, amar… mucho más allá de lo establecido, de la ley, de lo correcto, de lo que llamamos ‘normal’. Un perdón de corazón, un dar de lo que tengo y no de lo que sobra, un acompañar sin poner límite y un amar al hombre como hijo de Dios que es, hermano nuestro.

El amor a los enemigos remueve todos nuestra cimientos… más allá de los actos que son condenables, está la persona que necesita ser amada y debe serlo. El amor a los enemigos es un subrayado de universalidad al mandamiento del amor. La perfección pasa por la manera de estar y ser con los otros, por el perdón a los que viven conmigo, por la manera de dar la vida por ellos, es decir, de amales.

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