Muchos momentos de silencio y encuentro personal…, de escucha… , es el clima ideal para acoger este gran regalo, el milagro de la llamada…
«El carisma de la virginidad es un don de Dios. Nadie puede pretender este estilo de vida si el Señor no le llama, pues supera todas las capacidades del ser humano»
(Mons. Juan José Asenjo, Arzobispo Emérito. Sevilla)
( Nuestra hermana Mª Trini Conde de Loja. Granada; en un día de Retiro)