VISITA A ELDUAIEN DEL CENTRO DE BILBAO
Con motivo del 60 aniversario del fallecimiento de nuestro Padre Fundador un grupo de aliadas y colaboradoras de Bilbao, San Sebastián y Vitoria el día 27 de septiembre realizamos una visita a Elduaien.
Comenzamos con la Eucaristía a las 9 de la mañana en la capilla del Centro de Bilbao. Seguidamente salimos para Tolosa visitamos el pueblo y después de comer, a las 3,30 de la tarde nos acercamos a Elduaien, lugar que tantos recuerdos de familia nos trae a las aliadas. Incluimos unas fotografías con el deseo de que hagáis y disfrutéis del recorrido con nosotras.
El tiempo tan maravilloso nos ayudó para llegar caminando hasta el caserío gozando de la naturaleza que tantas veces contempló nuestro padre cuando era niño.
La alabanza, gratitud, gozo y la emoción nos acompañaron en todo momento. La convivencia fue fraterna, cercana. Conversamos con las personas del pueblo que nos encontramos en el camino.
La aliada de Tolosa, Pilar Artano, con su coche hizo posible que las que tenían dificultad para andar pudieran acercarse al caserío de Sales. Hizo muchos viajes de ida y de vuelta, incluso en el camino fue recogiendo a las que se quedaban rezagadas. Muchas gracias. 
Ya en el caserío surgieron los comentarios recordando los momentos vividos por el Padre, lugar en el que jugaba, pescaba buenas truchas,… y rezamos la oración para pedir gracias por intercesión de nuestro Padre y recordamos a la familia aliada. Aquí, en el caserío Sales nació D. Antonio el 26 de abril de 1885.
Regresamos y nos encontramos todas en la Iglesia de Santa Catalina en la que, en una capilla lateral figura una lápida dedicada al Padre con estas palabras: «AQUÍ ME HIZO HIJO SUYO 1885-27-IV».
Ante el Sagrario se nos recordó lo que decía nuestro padre recordando los años de monaguillo: Señor …cuantas veces me miraste, me escogiste, me llamaste…
También nos recordaron lo que decía …yo soy el esclavo, el ideal y la realidad de nuestra querida Alianza, vivo para la Alianza lo mismo que una madre joven para el hijo de sus entrañas…
Fue un rato de oración compartida en la que se palpaba el gozo, la emoción, la gratitud.
Dimos gracias a Dios por el día espléndido que disfrutamos en torno a nuestro Padre, a quien damos gracias, porque fue fiel al Espíritu y fundó la «Alianza» con el carisma de Virginidad.
Ante el Sagrario y la Virgen recordamos a toda la Alianza y agradecimos el don de la vocación.
