Vocación

22 Dic, 2014 | Cultura vocacional

Vocación

No se pueden luchar todas las causas, pelear infinitas batallas, enarbolar todas las banderas. Porque si se hace, uno termina siendo un gacetillero de desgracias y poco más. Hay que apostar por algo. Comprometerse con una causa. Y en ella empeñar los sueños, las capacidades, la ilusión y las ganas. Por ella dejarse la piel y la entraña. En ella reír de júbilo con cada pequeña conquista. Luchar a brazo partido para que esa causa tenga un horizonte. Hay muchas causas posibles, muchas historias esperando una mano tendida. Y cada uno somos llamados a encontrar nuestro camino.
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«¡Tierra, tierra, tierra! Escucha la Palabra del Señor» (Jr 22, 29)Para comprometerse con algo, es necesario estar atento, a ver quién te necesita. Para no hacer brindis al sol. Para no luchar por causas innecesarias. Mirar. Escuchar. Atender con las entrañas. Piensa en la gente de tu entorno. Amigos, familiares, gente con la que estás en contacto. O vidas que se cruzan con la tuya cada día. ¿Tienes ocasión de escuchar sus voces, de asomarte a sus historias? ¿Cuándo fue la última vez que le preguntaste a tus padres, o a tus hijos, o a tus hermanos, o a tu pareja, por algo de su vida, con intención y tiempo para escuchar? ¿Cuándo fue la última vez que, ante una noticia, dejaste que tu propia vida se viera cuestionada?

¿Qué gritos, qué palabras, qué llamadas escuchas en tu vida?

«Existen carismas distintos, pero un mismo Espíritu» (1Cor 12, 4)En el deporte se dice mucho eso de «entregarse», o de «darlo todo en el campo». Pues eso mismo, pero en la vida, puede ocurrir cuando te comprometes en serio y de veras con algo. Cada uno tenemos unos talentos, unas capacidades, y una forma de construir. Unos se entregan con la palabra. Otros con el silencio. Unos en el hambre y sed de justicia. Otros en la imaginación y la creatividad, que busca caminos nuevos para la humanidad. Hay hombres y mujeres de ciencia. Hay educadores. Hay profesionales de la salud. Hay tantas formas de entregarse como personas…

¿Cuál es tu forma concreta de vivir el evangelio?

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