Evangelio de hoy
Necesitamos una mirada que sepa escrutar los signos de los tiempos…
«Aceptemos la invitación de Cristo a afrontar los acontecimientos diarios confiando en su amor providente. No temamos el futuro, aun cuando pueda parecernos oscuro, porque el Dios de Jesucristo, que asumió la historia para abrirla a su meta trascendente, es su alfa y su omega, su principio y su fin (cf. Ap 1, 8). Él nos garantiza que en cada pequeño, pero genuino, acto de amor está todo el sentido del universo, y que quien no duda en perder su vida por él, la encontrará en plenitud (cf. Mt 16, 25)»
( Benedicto XVI. 2007)
>





