Anunciar a Dios vivo en una sociedad secularizada

7 May, 2012 | En el mundo - Secularidad

Tal es el título que a su pliego de Vida Nueva da VICENTE VIDE, Decano de la Facultad de Teología, Universidad de Deusto, resaltando, a modo de subtítulo, que es “Una oportunidad más que una amenaza”. Creemos oportuno ofrecerlo en forma de collage, intercalando nosotros (como complemento) cinco tesis de Karl Rahner.cruz_y_mundo-2.jpg

1.- Cinco nociones de secularización como:

 “ocaso de la religión» (análísis de Lynd).

 “conformidad con el mundo” (hacerse muncano, hacerse devenir, hacere intrahistoria,, inmamencia, carne) [así tesis de Harnack y Talcote Parson].

 “desacralización del mundo” (proveniente de Max Weber: desencantamiento del mundo).

 “desinterés de la religión por la religión” (Roger Mehl, Bernhard Groetchuysen y Dietrich von Oppen).

 “transferencia de lo sagrado a realidades seculares». Como la ciencia, la técnica, el poder, la música o el deporte). [hacia la religión invisible de Meter Berger y Thomas Luckmann, y a la religión civil de Robert N. Bellah] Esto explica también el aumento de formas de religión “seculares” que sacralizan y ritualizan conciertos, triunfos deportivos, el culto al cuerpo, a la sexualidad, a la naturaleza, a la nación o al Estado.

2.- Las cinco tesis de Karl Rahner sobre la secularización [2].

Para su enunciado, parte él de dos presupuestos: el concepto bíblico y teológico de mundo; y el devenir mundano que legítimamente se realiza con lentitud en el curso de la historia, precisamente en virtud de la dinámica ínsita en el cristianismo. Y enuncia cinco tesis.

 1ª/ “En la historia de la Iglesia ha asomado con frecuencia un falso integrismo, frente al cual la secularización presenta una legitimidad auténticamente cristiana”.

 2ª/ La legítima secularización del mundo presenta una tarea completamente nueva para la Iglesia: crear en sí misma y en las comunidades particulares una nueva integración eclesial entre los fieles; – 3ª/ “No pudiendo la Iglesia entrometerse en las decisiones concretas de la sociedad en modo integrista, es decir, en nombre de su doctrina y derecho, tiene una tarea muy actual frente a esta sociedad a la que ella misma ha devuelto a su secularización pluralística. Podemos definir este deber como “profético”. Esto presupone la edificación eclesial y social del pueblo perteneciente a la Iglesia. -4ª/ La relación de la Iglesia con el mundo secularizado requiere hoy, en el marco de la “teología práctica”, la constitución y el desarrollo de una específica teoogía que llamaremos, provisionalmente y a falta de otro vocablo más justo, “cosmología eclesiológico-práctica”. -5ª/ Con nuestro mundo secularizado se nos ofrece una situación pluralística de concupiscencia. El simple hecho de inserirnos espontáneamente en tal situación no es de por sí pecado: significa, en todas las dimensiones de la realización existencial humana (también en las dimensiones gnoseológicas), la premisa y el campo existencial de la vida humana del cristiano: existencia agónica y amenazada por la culpa (del olvido de Dios): existencia que el cristiano debe aceptar en su permanencia terrena y debe soportar realísticamente, sin querer ver este mundo en luz integrista.

3.- ¿Cómo anunciar al Dios vivo?

En la Jornada Mundial de las Comunicaciones sociales de 2012 bajo el lema Silencio y Palabra: camino de evangelización —que fue propuesto por Benedicto XVI— habría que anunciar al Dios de Jesucristo con palabras, silencios e imágenes relevantes y significativas.

 Ecos de la palabra de Dios. No tiene sentido contraponer la palabra y la imagen. Pero sí es verdad que vivimos en una cultura de la imagen/imágenes más que en una cultura de la palabra.

 Elocuentes silencios. Es el silencio que nos abre al Misterio, que nos lleva a .Dios, que está más allá de la afirmación y de la negación. Es el silencio creativo y recreativo, como la mirada de los que se aman, cuando se contemplan en silencio. Es el silencio para escuchar, acoger el rostro de Dios, para esperar y confiar en Él. Es el silencio significativo como el silencio de los molinos para los molineros. El silencio impresionante y fascinante de la adoración eucarística en la Jornada Mundial de los Jóvenes con el Papa en Cuatro Vientos.

 Imágenes y testimonios significativos, narraciones y símbolos relevantes.”Nos encontramos —decía el arzobispo presidente Rino Fisichella en dicha J9ornaada— frente a un universo de pensamiento y de tecnología sólo parcialmente conocidas y utilizadas.[…] que merece ser conocido, estudiado y utilizado, son traicionar el mensaje del que somos portadores”

4.- Conclusiones

1ª, En las sociedades seculares, lo sagrado y lo religioso se reconfiguran. Por un lado, se seculariza lo sagrado; y por otro, se sacraliza lo secular. Hay que distinguir entre la secularidad entendida como proceso que lleva a un reajuste entre los agrado y lo profano, concebidos como dos ámbitos de sentido con sus características propias y como legitimación religiosa de una mundanidad y de una justa desacralización; y el secularismo, entendido como una ideología que pretende eliminar de la vida social y pública todo tipo de legítima expresión religiosa que viene a ser sinónimo de laicismo”.

2º. En una sociedad globalizada y multicultural, las religiones tienen que aprender a convivir y aceptar la pérdida de hegemonía y la situación privilegiada de un régimen de cristiandad. Las instituciones religiosas tienen que aceptar la situación secular que se caracteriza por un pluralismo sociocultural como fuente del ordenamiento social y jurídico, vinculado ya necesariamente a una sola cosmovisión. Y las instituciones políticas tienen que aceptar la autonomía de la sociedad civil. […]. La secularidad o laicidad es neutra religiosamente hablando.

3ª. Las religiones tienen que asumir que la secularización no es un destino de irremediable pérdida de la dimensión religiosa en la moderna sociedad, sino el síntoma de una mala adecuación a las condiciones especiales y culturales contemporáneas.. […] La religiones tienen que seguir ofreciendo una espiritualidad humanizadota frente al materialismo hedonista, consumista e insolidario, una espiritualidad vigilante ante las idolatrías deshumanizadoras”.

Referencia bibliográfica: “Anunciar a Dios vivo en una sociedad secularizada: Vida Nueva n. 2.788 (11-17/2/2012) p.23-30; [2] CORRAL, C., Teología Política, una perspectiva histórica y sistemática (Valencia, Tirant Humanidades 2011) cap. XXVIII.

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