Jesús pide en su discurso que permanezcamos en su amor. Es fácil ilusionarse con Él, no podemos permanecer indiferentes ante una propuesta tan maravillosa.
Resulta atrayente cualquier cosa que proponga, aunque solo sea por novedosa, una novedad que dura más de dos mil años. Pero permencer… a veces se acaban las mejillas que poner, no nos gusta andar casi siempre sin manto, nos cansamos de andar millas y millas con los otros… Pero su propuesta es permaneced. Es la clave. La fidelidad como respuesta la que Él nos tiene, no falla. Esta propuesta no es para hacer ‘masoquistas’ esta propuesta es para descubrir que estar con Él es la fuente de una alegría no pasajera: ‘Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros’ No te alejes, no te canses… Él te quiere.