“Jesús se echó a llorar. Los judíos comentaban: «¡Cómo lo quería!»”
Son amigos, se queda en su casa, han compartido tanto… Ante la muerte Jesús llora, ante la muerte Él sufre el desgarro de la perdida, nada de indiferencia… Más cercano que nunca a nosotros. Pero también propone: ‘Yo soy la resurrección y la vida…’ Anuncio de cambio, de confianza en un amor que no es ningún farol, ninguna propuesta vacía… Ante la muerte siempre dolorosa y rasgadora de los corazones, Él tiene propuesta de Vida, de una luz que alumbrara las oscuridades de las perdidas y Agua que refrescará la ‘tierra agostada’ de un corazón dolorido. Es la propuesta de Dios: la resurrección que da plenitud y sentido a la vida, nos quiere. Ahora podemos levantarnos, salir de nuestras muertes diarias, Él nos llama a la vida, a ‘desvivirse y morir’ cada día por y con los otros, y hacerlo sin miedo. Palabras de cuaresma para hoy: ‘Señor, Vida mía’