Di con el corazón: Jesús es Señor.
Dilo con los labios: Jesús es Señor.
Grábalo en tus entrañas: Jesús es Señor.
Cántalo con tu voz: Jesús es Señor.
Jesús es Señor:
antorcha de libertad,
fuente de alegría,
viento de paz,
victoria sobre toda muerte;
meta de nuestro caminar,
compañero de vida y esperanzas…
que nadie nos podrá quitar.
Jesús es Señor:
de él brota la vida,
en él nuestra esperanza,
con él todo bien,
a él nuestro reconocimiento,
para él nuestra voluntad,
por él nuestra plenitud;
él nuestra salvación…
que nadie nos podrá quitar.
Jesús es Señor:
ya no hay más señores;
todos los príncipes de este mundo,
señores de las tinieblas,
están vencidos.
Jesús es Señor:
el que vive y el que hace vivir;
el que nos cura, recrea y salva
ayer, hoy y siempre.
Jesús es mi Señor.
No hay otros señores,
Jesús es nuestro Señor.
(Florentino Uribarri)