LA PRISIÓN DEL RENCOR

Cuenta una historia que dos jóvenes judíos, Karl y Joseph, trabaron intensa relación de amistad durante los tres años de terrible cautiverio que pasaron en un campo de concentración nazi. Tras dieciséis años sin verse quedaron un día para cenar. Kart se había casado, tenía dos hijas y trabajaba como ingeniero en una gran empresa. Hablaba con ternura de su familia y con pasión de su profesión.
Joseph, por otra parte, había vivido prácticamente como un ermitaño. Y hablaba de su empleo con desgana. Al finalizar la cena, Joseph, indignado, exclamó: ¡¿Cómo puedes vivir tan tranquilo después de la injusticia que sufrimos?!. Por mas que pases los años, cada día me acuerdo de lo que nos hicieron”.
Y tras una larga pausa, Karl le contestó: “Querido amigo, por supuesto que recuerdo los tres años que compartimos en aquel barracón. Aun embargo, aunque ya han pasado dieciséis años desde que los dos fuimos liberados, me acaba de dar cuenta de que soy libre y tú sigues encerrado allí”.